¿Y si operar dos veces al mismo tiempo fuera más seguro? Mayo Clinic lo comprueba

 16-06-2025
Judith Moreno
   
Foto: Unsplash

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Una investigación de la Mayo Clinic documentó resultados clínicos positivos al realizar trasplante de hígado junto a cirugía bariátrica en pacientes con obesidad severa. Este abordaje quirúrgico, aplicado de forma simultánea, permitió reducir factores de riesgo vinculados a enfermedades metabólicas, sin elevar las complicaciones postoperatorias.

Así, el estudio, con duración de una década y publicado en Journal of Hepatology, comparó dos grupos: personas que recibieron únicamente un trasplante de hígado y otras que fueron sometidas a ambos procedimientos. Entre los beneficios observados, los expertos reportaron una pérdida de peso continua, menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y reducción en la recurrencia de enfermedad del hígado graso.

Según explicó la Dra. Julie Heimbach, directora del Centro de Trasplantes de Mayo Clinic en Minnesota y autora principal del estudio, los resultados permiten considerar esta combinación como un tratamiento seguro y efectivo para un perfil de pacientes con necesidades médicas complejas. "Estamos impresionados por la transformación que están experimentando nuestros pacientes," indicó. También puntualizó que este abordaje previene enfermedades crónicas asociadas con la obesidad, entre ellas afecciones cardíacas y ciertos tipos de cáncer, además de proteger el hígado trasplantado.

Durante 2022, más del 41% de los candidatos a trasplante hepático en Estados Unidos registraron un índice de masa corporal superior a 30. En personas con un IMC de 40 o más, la elegibilidad para recibir un órgano se ve limitada por el riesgo quirúrgico, así como por la posibilidad de una recuperación más complicada. Frente a este panorama, la cirugía bariátrica integrada al trasplante surge como una alternativa viable.

El Dr. Todd Kellogg, cirujano bariátrico en Mayo Clinic y coautor de la investigación, señaló la importancia de proteger el órgano trasplantado desde el primer momento. "Tiene todo el sentido proteger el nuevo hígado, un órgano precioso y vital, de los mismos daños que llevaron al paciente a necesitar un trasplante inicialmente," afirmó. Según su análisis, el procedimiento conjunto representa una medida proactiva ante los efectos del exceso de grasa en el organismo.

Por otro lado, aunque se han incorporado medicamentos para pérdida de peso en algunos protocolos clínicos, los especialistas consideran que estos no sustituyen por completo la cirugía en casos de obesidad severa. La Dra. Heimbach explicó que aunque los fármacos GLP-1 ofrecen resultados favorables en ciertos pacientes, no todos logran alcanzar un peso estable solo con esta opción terapéutica. "Pueden no ser suficientes para que estos pacientes con obesidad severa alcancen y mantengan su objetivo de un peso más saludable a largo plazo," señaló.

Además, el Dr. Ty Diwan, también coautor del estudio y cirujano de trasplantes, destacó la importancia del trabajo en equipo entre diferentes especialidades médicas. "La atención multidisciplinar es necesaria para maximizar los resultados en los pacientes, y eso es precisamente lo que reflejan estos datos," afirmó. Este modelo de atención colaborativa se consolidó como uno de los pilares del estudio.

La combinación quirúrgica, basada en evidencia científica sólida, representa un paso relevante dentro del tratamiento de pacientes con obesidad y enfermedad hepática avanzada. Su aplicación ofrece mejoras en la calidad de vida sin añadir riesgos, y amplía el acceso al trasplante para una población históricamente marginada por criterios de peso.




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