
Foto: Mayo Clinic
El equipo de investigadores de Mayo Clinic identificó un mecanismo biológico que podría permitir conservar mejor los corazones de donantes, ampliando las posibilidades de trasplante exitoso a más pacientes. Dicho hallazgo fue publicado en la revista Nature Cardiovascular Research y liderado por el Dr. Paul Tang, cirujano cardíaco de Mayo Clinic. El estudio aborda un desafío crucial en el trasplante de corazón: los daños causados por el almacenamiento en frío prolongado.
Actualmente, menos de la mitad de los corazones donados son utilizados debido a la pérdida de funcionalidad que pueden sufrir durante el almacenamiento antes de la cirugía. Esto limita el tiempo disponible para realizar el trasplante y reduce las opciones para los receptores.
El almacenamiento en frío tiene como objetivo preservar los tejidos al ralentizar el metabolismo celular, sin embargo, una exposición extendida puede provocar efectos adversos como la disfunción primaria del injerto. Esta afección impide que el corazón trasplantado bombee sangre adecuadamente y puede presentarse en hasta 20% de los casos.
Los investigadores identificaron que durante el almacenamiento en frío, una proteína llamada receptor de mineralocorticoides sufre un proceso denominado separación de fases líquido-líquido. Este fenómeno provoca que la proteína forme agrupaciones las cuales incrementan la inflamación y la muerte celular.
Para contrarrestar ese daño, el equipo trató corazones humanos con un medicamento conocido como canrenona, que bloquea la actividad del receptor de mineralocorticoides. En los ensayos, los corazones tratados mostraron una mejora significativa en su capacidad de bombeo respecto a los no tratados.
Además, se observó que estos corazones presentaron mejor flujo sanguíneo y menor daño celular, incluso tras superar el límite habitual de almacenamiento. El tratamiento casi triplicó la fuerza de contracción de los corazones que fueron donados.
"Como cirujano cardiovascular, he experimentado personalmente en el quirófano cómo cada hora adicional de preservación puede influir directamente en la probabilidad de que un corazón de donante vuelva a funcionar con normalidad después del trasplante," indicó el Dr. Tang.
Además, el especialista añadió: "Este descubrimiento puede proporcionarnos una nueva herramienta para preservar la función cardíaca por más tiempo durante el almacenamiento, mejorar los resultados del trasplante y ampliar el acceso de los pacientes a trasplantes que salvan vidas".
Los investigadores hallaron indicios de procesos similares en otros órganos almacenados en frío, como pulmones, hígados y riñones. Esto sugiere que el mismo enfoque podría beneficiar la preservación de múltiples órganos.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS