Foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
Comer sano puede parecer difícil incluso en casa, y mucho más cuando se viaja. Ya sea por vacaciones, trabajo o traslados entre ciudades, mantener una alimentación saludable fuera de casa es completamente posible si se aprende a encontrar el equilibrio adecuado entre nutrición y disfrute.
"En lugar de catalogar los alimentos como buenos o malos, me gusta pensar en ellos como alimentos para combustible o para diversión", explica Kristen Wright, dietista del Hospital Houston Methodist. "Cuando eliminamos la mentalidad de comparación y usamos estos términos, se vuelve más fácil lograr un equilibrio y tomar decisiones más conscientes."
Wright señala, los alimentos que proporcionan combustible son aquellos que ofrecen nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, fibra, proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables. Estos alimentos ayudan al cuerpo a funcionar correctamente y proporcionan saciedad. En cambio, los alimentos diversión son aquellos carentes de valor nutricional significativo, suelen estar cargados de ingredientes refinados y aditivos poco saludables, y se consumen principalmente por placer. Reconocer esta diferencia no implica prohibirse disfrutar, sino saber cómo integrar ambos tipos de comida de forma equilibrada.
Por ejemplo, si durante el viaje decides comer una hamburguesa con papas, puedes incorporar vegetales frescos como jitomate, lechuga o cebolla, y acompañarla con una pequeña ensalada en lugar de consumir solo alimentos fritos. Wright comenta que ella disfruta de los kolaches de jalapeño con queso durante los trayectos por carretera, pero en lugar de comer varios, prefiere acompañar uno con una porción de vegetales. De esta manera, se combinan los nutrientes que necesita el cuerpo con la satisfacción de un antojo.
Cuando se viaja, las paradas en tiendas de conveniencia o gasolineras pueden parecer un obstáculo. Sin embargo, Wright sugiere optar por productos menos procesados. Cuanto más corta y comprensible sea la lista de ingredientes en un empaque, menor será el grado de procesamiento. Si contiene palabras difíciles de pronunciar o una larga lista de aditivos como sucralosa, sorbitol, eritritol o psyllium, es probable que se trate de un producto ultraprocesado que, además de poco nutritivo, puede causar molestias digestivas durante el viaje.
Wright destaca, en muchas tiendas es posible encontrar opciones prácticas, aunque no sean perfectas, pueden ofrecer una combinación adecuada de fibra, proteína y grasas saludables. Además, algunas farmacias con áreas de supermercado pueden ofrecer productos como semillas, frutas deshidratadas, ensaladas para llevar, huevos cocidos o queso tipo snack, que son opciones más cercanas a lo que ella denomina "alimentos combustible".
Respecto a los restaurantes de comida rápida, Wright insiste en que no es necesario evitarlos completamente. El punto está en saber moderar. En lugar de consumir porciones extra grandes, sugiere elegir tamaños pequeños y realizar sustituciones cuando sea posible, como cambiar un té azucarado por uno sin azúcar, o preferir pollo a la parrilla en lugar de frito. Incluso si las ensaladas en estos lugares no son tan nutritivas como las caseras, el hecho de incluir algún vegetal ya representa una mejora en el balance del plato.
Una advertencia importante es no dejarse engañar por etiquetas como "keto friendly", "gluten free" u "orgánico". Wright señala, estos productos suelen ser también altamente procesados, ya que los ingredientes eliminados son reemplazados con fibras, azúcares o grasas artificiales. Este tipo de productos genera la falsa impresión de estar haciendo una elección saludable cuando, en realidad, no aportan los nutrientes necesarios.
Finalmente, una estrategia clave recomendada por Wright es anticiparse y llevar tus propios refrigerios si sabes que tendrás pocas opciones nutritivas durante el trayecto. Al seleccionar previamente tus alimentos, puedes optar por aquellos que realmente aporten combustible al cuerpo y así evitar tomar decisiones impulsivas en momentos de hambre o fatiga.
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